Técnicamente,
la crisis económica, tanto mundial como española, comienza en 2008, más
exactamente, con la caída de la compañía de servicios financieros de Estados
Unidos, Lehman Brothers. Pero ya en 2007, al menos, en España, sobretodo en la
construcción, había indicios de que la buena situación económica estaba
cambiando. Ya en aquel verano no todo era trabajar y ganar, entrando dinero a
espuertas con la alegría de los años anteriores. Pero, no todo hacía indicar
los nubarrones negros que aparecía en el horizonte estropeando la bonita
estampa que habíamos pintado tan alegremente en la última década; sino que
algunos pinceladas eran coloridas, potentes, es decir, los ricos y el lujo no
parecían estar dispuestos a sumarse a la amarga fiesta de la crisis económica,
y lo han conseguido.
2008, el juego del dominó
Solo
hay que ver la evolución del paro para en España para darse cuenta del cambio
drástico. En 2007, el paso se situaba al 8,3%. Un año más tarde, aumentaba tres
puntos, hasta situarse en el 11,3%. Pero en 2009, subía hasta el 18%, es decir,
en apenas dos años el paro sube diez puntos, destruyendo empleos a un ritmo
desorbitado lo que tantos años nos había costado alcanzar. Pero, aunque el paro
en 2008 sube un poco, todavía se evitaba hablar de crisis económica. En España,
porque había unas elecciones generales a la presidencia del gobierno. En el
resto de países, se había vivido tan bien que no querían ser realistas, se
negaba la actualidad, pero nadie había caído en la cuenta de que una crisis en
un país iba a afectar al resto del mundo, como si de un juego de fichas de
dominó se estuviera hablando.
La
crisis económica mundial comienza, de forma oficial, como se ha citado
anteriormente, con la caída de Lehman Brothers. Esto se debe a que en los años
anteriores, la economía iba muy bien. El mercado internacional había afectado a
los bancos por el bajo tipo de interés. Éstos deciden dar préstamos más
arriesgados, denominados subprime, para cobrar mayor interés y multiplicar el
número de operaciones. Llegaron a tal extremo que decidieron buscar créditos
más arriesgados a personas que no trabajan, es decir, clientes sin recursos,
que no tenían ingresos, para cobrarles más interés por el riesgo. Esta
estrategia se vio favorecida por el boom inmobiliario. Daban hipotecas
superiores al valor de la casa porque, en poco tiempo, la casa iba a valer más.
La
situación no podía ser mejor. En EE UU la economía iba tan bien que encontrar
trabajo era una tarea muy fácil. Por eso dichos clientes podían pagar las
cuotas, incluso se permitían, con el dinero de las hipotecas subprime,
comprarse un coche o algún artículo de lujo, lo que significaba un
endeudamiento progresivo y sin retorno.
La
consecuencia es muy sencilla. Los bancos pensaban que sus clientes les iban a
pagar sus hipotecas, ya que estipulaban que el mercado inmobiliario iba a
seguir subiendo. Pero no contaban con lo sucedido en 2007, cuando el mercado
inmobiliario mundial se desplomó. Muchos clientes, al ver lo que estaba
ocurriendo, dejaron de pagar por su casa más de lo que valía en la actualidad.
Salía mejor dejar que te quitaran la casa y comprar otra similar, que era de
menor coste.
Y
se produce el efecto dominó. Las cajas y bancos de otros países ven como todo
el negocio se viene abajo. Como habían invertido en esos bancos, habían
financiado esos fondos y además, habían comprado participaciones debido a su
alta rentabilidad cuando el sistema funcionaba pero ahora se habían desplomado
esas participaciones.
Los
bancos, al ver el panorama, dejan de ofrecer financiación, es decir, cortan por
lo sano, el Euribor sube y la gente hipotecada, al ver como la situación cada
vez es más desesperante, dejan de pagar más hipotecas. Al caer la financiación
y subir el precio de las hipotecas, en general, la gente ve como su riqueza se
ve reducida, incluso para vivir de forma normal, cayendo el consumo de forma
rápida, lo que produce, a su vez, un descenso de la producción, y esto, sumado
a la posición de los bancos de no conceder créditos, las empresas se ven
obligadas a cerrar y despedir a sus trabajadores por la falta de dinero y
liquidez.
España, la tormenta perfecta
A
España hay que sumarle, además de la crisis financiera internacional que afecta
a todos los países de la zona euro, sus propias crisis, es decir, vive una
tormenta perfecta afectada por numerosas crisis que se han agudizado en el
mismo periodo de tiempo alimentado todo por la situación mundial económica.
Además
de la crisis financiera internacional, España tiene otros problemas. Para
empezar, aunque no es un factor muy importante, el encarecimiento de las
materias primas en los años 2007 y 2008 causaron algunos problemas, sobretodo
el precio del petróleo, ya que España lleva a cabo una política energética no
muy adecuada. España es un país altamente dependiente de los combustibles
sólidos, como se ha citado, el petróleo, importado de otros países, esto es
sinónimo de energía cara, y dependencia de terceros estados, lo que agrava la
competitividad en el exterior.
Uno
de los factores determinantes que explican mejor el por qué se ha llegado a la
actualidad de esta manera, es la construcción. La construcción en España, antes
de la crisis, representaba el 10% del PIB. Si lo comparamos con otros países de
su entorno, solo representa, como mucho, un 6% del PIB. La construcción era el
principal motor de la economía. En los años de bonanza, donde los precios subían,
la gente se compraba un piso, luego lo vendía, ganando más y volvía a comprarse
otro, y así sucesivamente, no se era consciente de que esto no iba a durar toda
la vida.
El
precio subió tanto que llegó a un punto que la gente ya no podía comprar al
pagar unas cantidades tan elevadas. Una parte de la población empieza a tener
dificultades para pagar, provocando un descenso en la demanda de pisos, así
como de los precios. Al frenarse este modelo, se produce lo que todos se
temían, una importante subida del paro. De todo el crecimiento español
laborable, un 38% tenía que ver, directa o indirectamente, con la construcción.
Por eso el paro se ve tan afectado cuando la burbuja inmobiliaria pincha de una
forma tan brusca. Es decir, la tercera parte del crecimiento español se debía a
la construcción.
La
demanda de la construcción aumento tanto en España por parte de la juventud.
Los adultos también decidieron comprarse su segunda residencia, dada a la buena
situación económica, y los ciudadanos europeos venían a residir a España por
cuestiones de trabajo o para jubilarse. Además, los inmigrantes aumentaron, aún
más, la demanda de construcción.
Todo
esto produjo un efecto llamada a los especuladores internacionales, al darse
cuenta de que en España se podía ganar mucho dinero con la sencilla operación
de comprar y vender pisos. Cuando el panorama comenzó a cambiar, los
especuladores se marcharon, acelerando la caída en la demanda de compra de
casas. Se calcula que España construía a un ritmo de 800.000 mil viviendas al
año, cuando la demanda real, aproximadamente, era de 300.000 o 400.000 casas.
Se ha llegado a rozar el millón de casas sin vender, incluso algunos estudios
superan dicha cifra. Aunque, según un informe publicado por CatalunyaCaixa hace
unos días, afirma que el stock de casas sin vender se estanca en 818.000. Pero
los datos que da no son nada halagüeños. Según las previsiones demográficas,
hasta 2015 “bajará la creación de nuevas familias y por tanto habrá una rebaja
de la demanda potencial”. Si la demanda de pisos se mantiene como en la tónica
actual, la reducción de existencias de viviendas sólo será de 20.000 unidades
al año de aquí a 2015. En España, la oferat de vivienda nueva ha sido de 93.000
nuevas unidades hasta septiembre de 2011, pero el exceso es generado
anteriormente.
Queda
claro que una de las tormentas más fuertes, económicamente hablando, además de
la mundial, es la de la construcción, motor de la economía española desde
finales de los años 90. Pero no es la única tempestad que ha participado en
estos años tan convulsos.
Otro
problema es el deterioro de la productividad española con respecto a otros
países. En los últimos diez años, se ha perdido un 36% de competitividad con
respecto a Alemania, el principal productor europeo, lo que significa que el
sector exportador deje de ser competitivo con respecto a los socios españoles
de la Unión Europea.
Otra
tormenta a tener a muy en cuenta es el sistema financiero español. Las Cajas de
Ahorro se ven obligadas a fusionarse para asegurar su supervivencia, ya que has
sido las principales afectadas de la irracionalidad crediticia de años
anteriores al sector inmobiliario, o que la política, una vez más, ha
corrompido, en parte, este sistema por intereses particulares y personales de
unos pocos. Además, la drástica disminución del crédito por parte del sistema
financiero a pequeños y medianos empresarios, es decir, a las PYMES, que
suponen, aproximadamente, el 80% de los puestos de trabajo en España, han
ahondado más en la crisis.
Una
de las peculiaridades en España es su sector público, uno de los grandes
problemas de la economía. España cuenta con más de tres millones de funcionario
con funciones, en ocasiones, triplicadas o cuadriplicadas entre las diferentes
administraciones (estatal, autonómico, provincial y local). Si a esto se le
suma el sistema político de las autonomías, donde se ha creado 17 diferentes
mercados económico en un solo país, desemboca en una tormenta mayor, en el
déficit público, que en 2009 llegó al 11,10%, bajando solo hasta el 8% en el
año 2011. Esto se debe, en parte, al insostenible modelo de las autonomías.
Solo un dato significativo. España tiene más coches oficiales que EE UU, cuando
la población del segundo país es de más de trescientos millones de habitantes,
mientras que del primer país no llega a cincuenta millones. Todo un despilfarro
sumado ya una gestión de gobierno muy mala por parte de Zapatero en materia
económica, como dejó bien claro con el famoso Plan E, un gasto de 15.000
millones de euros en dos años para no crear ni un solo puesto de trabajo
permanente.
Por
lo tanto, se puede comprobar que España vive una situación totalmente distinta
al resto de países de su entorno, donde se ha producido una auténtica tormenta
perfecta de crisis económica compuesta por distintas perturbaciones o errores,
ya sean externas, como al crisis financiera internacional, o las tormentas
interiores, como basar el motor de la economía en la construcción, el sistema
financiero, el modelo de mercado de trabajo, el descenso del turismo por culpa
de la crisis mundial, el sector público y el insostenible modelo de las
autonomías, las malas medidas tomadas, y no tomadas también, por el anterior
gobierno, la política energética, la productividad en el exterior o la mala
preparación de los propios españoles; son las principales causas de la crisis
económica que, desde 2007, está golpeando fuertemente a España.
La crisis acentúa la desigualdad entre pobres y ricos.
La
crisis económica no afecta a todos por igual. Según la OCDE, Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico, la desigualdad entre los países que
componen esta organización ha aumentado al nivel más alto de los últimos 30
años. Se debe, en parte, a la creciente diferencia entre los salarios, que
suponen el 75% de los ingresos de un hogar. Pero no solo es producto de la
crisis, sino en los años de bonanza ya se venía viendo la trayectoria de este
dato tan revelador.
La
bonanza de un país no se traslada de forma automática ni natural a la reducción
de la brecha social y las políticas correctoras –los impuestos y los servicios
sociales – han ido perdiendo efecto como redistribuidores de riqueza desde
mediados de los noventa. El 10% más pudiente de la población gana como promedio
9,6 veces más que el 10% más desfavorecido en el conjunto de la OCDE, según el
estudio, y la distancia ha crecido incluso en los países tradicionalmente más
igualitarios, como Alemania, Suecia o Dinamarca, aunque sigue muy por debajo de
la media.
En
España, el ingreso medio del 10% de la población mejor situada era en 2008
alrededor de 38.000 euros, casi 12 veces más que ese 10% que menos gana (una
media de 3.500 euros), un punto más que en el informa anterior. La distancia se
ha estrechado respecto con los años ochenta, pero no en los últimos años. Las
cifras de la oficina estadística europea (Eurostat), que llegan hasta 2010 y
comparan el 20% de los máss ricos con el 20% de los más pobres. Hace dos años
la desigualdad alcanzó el nivel más alto desde 1995 y en 2009, último que
permite comparar entre los países de la Europa de los Veintisiete, solo
Letonia, Lituania y Rumanía superaban a España en disparidad de rentas.
El
estudio analiza otros motivos de la brecha social, como los efectos de la
globalización y cambios demográficos y de estructura familiar, con más hogares
unipersonales, pero destaca la brecha salarial y el sistema fiscal como las
grandes causas. El beneficio ha ido mejorando para los más formados y
empeorando para los empleados de menor cualificación y han proliferado los
trabajos a tiempo parcial. Por eso el organismo insta a los gobiernos a
invertir más en capital humano y la creación de “más y mejor empleo”; además,
se lanza una petición a Europa en plena ola de recortes, y es tener servicios
públicos de calidad de acceso libre, como la educación, salud y atención, sobre
todo en los países emergentes.
El sector del lujo crece un 20% en España
El
estudio anterior es muy importante porque explica las causas de la distancia
entre pobres y ricos, reflejando y dando a entender porque se producen los
datos que a continuación se van a exponer. Pero hay que dejar bien claro que no
es la propia crisis quien provoca tal desigualdad, sino ya en los años
precedentes, donde la economía era boyante, la distancia entre ricos y pobres
se hacía, cada vez, más grande, de manera imparable
Según
datos de Luxury Spain, la Asociación Española del Lujo, los productos de
gama alta españoles facturaron el pasado año 4.500 millones de euros, un 20%
más que en 2010, principalmente gracias a las exportaciones. Dicha asociación
agrupa las marcas de moda, complementos, belleza, aviación, yates, joyería,
relojes, bebidas, alimentación, cosméticos, hostelería e innovación, entre
otros.
“El sector ha logrado capear la crisis especialmente
gracias a las ventas internacionales y el turismo, de donde proceden el 80% de
los 4.500 millones de euros facturados en 2011. La Unión Europea es el
principal destino de nuestras exportaciones de productos de gama alta, aunque
mercados emergentes como Rusia, China, India o México, también concentran un
importante volumen de ventas”
Aproximadamente
del 40% de las compras de artículos de alto standing son realizados en España
por consumidores extranjeros. Entre los compradores más activos destacan los
provenientes de Europa del Este, y en especial los de nacionalidad rusa, que
llegan a gastar una media diaria de 2.400 euros en compras. Los turistas chinos
y norteamericanos también ocupan un importante papel en la venta de productos
de lujo españoles.
“Entre nuestros productos más demandados son aquellos que
abordan la gama gastronómica -azafrán, vinos, aceite y jamó primordialmente- y
el sector de belleza. Y marcas de moda (…), de belleza y cosmética como Alquimia, Carmen navarro o
Mesoestetic, los perfumes y esencias de Hierbas de Ibiza o Ramón Monegal,
hoteles de cinco estrellas de Madrid Villamagna o Ritz; el cava Recaredo, la
ginebra Gin Mare, el Caviar Nacarii o los exclusivos vehículos clásicos de
Hurtan, entre otros, están centrando su estrategia para 2012 fuera de España.”
Entre
los sectores que mejore resultados obtuvieron en 2011 está la joyería, cuyas
exportaciones entre enero y noviembre de 2011, según ESTACOM, crecieron en
torno al 73% y se facturaron 45,6 millones de euros frente a los 27,4 millones
del mismo periodo de 2010. Firmas como Carrera y Carrera, son un referente
mundial de la joyería de lujo entre los consumidores y cuentan con más de
treinta puntos de venta en el mercado ruso, el cual supone el 23% de su
facturación.
“Para este año, la consultora especializada Bain &
Company, estima que el mercado del lujo mundial abarcará la cifra record de
191.000 millones de euros y China será su principal consumidor con una cuota
del 20% del total, mientras que Europa será el principal mercado al que acudir
a comprar. Luxury Spain que abarca más de cincuenta marcas y empresas de todos
los sectores potenciará la internacionalización de la imagen del lujo made in
Spain y se centraá durante este año en Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Qatar,
China, Estados Unidos, India Brasil, Francia, Reino Unido y Alemania.”
Los
productos de lujo de belleza y cosméticos también han apostado por la
internacionalización. Natura Bissé ha orientado sus esfuerzos a crecer fuera de
nuestras fronteras y, durante los próximos tres años quieren incrementar sus
ventas al exterior en torno al 65%. Entre sus mercados prioritarios se
encuentran Oriente Medio, Asia, Europa y Estados Unidos –donde su volumen de
negocio ronda el 24%-.
Solo los coches de lujo resisten a la crisis del sector
del automóvil
Uno
de los sectores que más está sufriendo la crisis económica en España es el del
automóvil. La caída de matriculación en 2011 ha sido del 18%, llegando a la
peor cifra desde 1993. La venta de coches en España lleva tres años por debajo
del millón de unidades, cifra simbólica que es un indicativo de que la cosa va
mal. Pero si hay segmento que parece obviar la situación actual son los coches
de lujo. 2011 se ha cerrado de una manera espectacular, donde se vendieron
2.456 coches de la gama alta (de a partir de 65.000 o 70.000 euros) lo que
supone un aumento de hasta el 83%, según los datos que hizo público la
Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Afnac) el pasado
mes de enero.
Aparte
de los automóviles de lujo, solo mejoran las ventas de los monovolúmenes
grandes (11% más) y los todoterrenos pequeños (22%), pero se hunden el resto.
Caen las ventas de los micro un 33%, los pequeños un 16%, medio un 20%,
deportivo un 16%. Incluso los todoterrenos de lujo ven un descenso, pero es muy
leve, pues no llega ni al 1,5%, una cifra insignificante comparada con las
anteriores.
Según
explica en el informe Anfac, los porcentajes tan altos de aumento en los
automóviles de lujo se debe a un efecto estadístico, pues el salto porcentual
es mucho mayor cuanto menor sea la cifra absoluta de la que parte, y esos casi
2.500 coches son apenas un 0,3% del total del mercado español. Sin embargo, “el
comprador del coche de lujo tiene mayor poder adquisitivo y no sufre igual la
crisis que el resto y, además, la época de crisis aún le puede beneficiar
porque aprovecha las ofertas de este momento”.
Aunque
Lexus, marca de lujo, se disparase hasta en un 53%, superando las 3.380
unidades, el resto de firmas de gama alta presentaron descensos, porque no
todos sus modelos de una enseña selecta pueden considerarse de lujo. Por
ejemplo, Mercedes cayó un 18%, hasta los 23.280 ejemplares y BMW descendió un
12% hasta las 28.350 unidades. Eso sí,
se vendieron 25 Bentley, dos más que en 2010. Pero la marca estrella del año no
ha sido una caracterizada por personas altamente ricas, sino por la clase
media, como el Seat con 73,524 unidades, seguida de Vokswagen con 71.608
unidades y Ford con 64.928 unidades, mientras que el modelo que lideró las
matriculaciones fue el Megane de Renault.
Lo
que está ocurriendo en la venta de coches en España es muy significativo con la
realidad. Mientras que se desploma la venta de automóviles más característicos
de la clase media, porque las personas que pertenecen a dicha clase social
pierden poder adquisitivo por la crisis llevan a cabo una economía casi de
subsistencia, los modelos más caros aumentan las ventas, ya que los ricos son
más ricos o, directamente, se mantienen, abriéndose más el recorrido entre
pobres y ricos.
Las previsiones del consumo del lujo en España
Pero
esta tendencia no parece frenarse de cara al futuro. Si los datos económicos de
2011 han sido muy positivos, 2012 no se va a ser menos. El mercado de productos
de lujo personal, donde se incluye las categorías de moda, accesorios,
cosmética, relojería y joyería, crecerá en España aproximadamente un 1,4%,
hasta mover alrededor de 5.008 millones de euros, de los que un tercio
corresponderá a las ventas a turistas, según el primer informa realizado por el
Observatorio del Mercado Premium del IE Business School y Mastercard.
El
notable incremento del gasto de los visitantes extranjeros, estimado en un 22%,
hasta unos 1.752 millones de euros, puede ser una de las causas, ya que el
“Gigante Asiático” sigue su curso y algunos países de la Unión Europea no se
encuentran en una situación tan crítica como en España. Dicho ascenso
compensará con el descenso del 7,1% previsto en el mercado doméstico, es decir,
unos 3.256 millones de euros.
En
España, como se ha visto antes, existe un mercado potencial para los productos
de lujo personal estimado en el 20% de las unidades familiares, unas 3,5
millones de familias, y distingue dos segmentos de consumidores: los hogares
con mayores ingresos y los que componen el segmento de “aspiracionales”, es
decir, es la categoría de hogares que participa en el sector de la alta gama de
una manera esporádica y está formado por un conjunto de unidades familiares con
ingresos anuales entre 45.000 y 100.000 euros (2,8 millones de familias).
El gasto medio por hogar es inferior a 500 euros anuales,
con un peso importante en las categorías de cosmética y accesorios, aunque el
gran tamaño del segmento hace que represente cerca del 30% del valor del
mercado doméstico.
Por su parte, el grupo de hogares con mayores ingresos está
compuesto por unidades familiares con ingresos anuales superiores a 100.000
euros, denominado en el informe 'próspera clase media' (390.000 familias), y
por hogares con activos financieros, sin contar vivienda, de más de 750.000
euros (140.000 familias).
El gasto medio de los hogares con activos financieros
muestra un gasto medio anual muy superior al resto de los grupos, entre 10.000
y 12.000 euros anuales, con lo que representa cerca del 50% del mercado
doméstico. El 35% del gasto se destina a relojería y joyería.
En el segmento 'próspera clase
media' el gasto medio anual oscila entre 2.000 y 2.500 euros y se concentra el
25% del mercado doméstico. En este caso, los productos de moda y accesorios
llegan a suponer hasta el 60% del gasto anual.
El estudio define las marcas 'premium' como aquellas cuyos
productos presentan un precio tres veces mayor al precio medio de los productos
de su categoría, aunque no todas las marcas 'premium' se pueden considerar
marcas de lujo. Estas, según el informe, tienen además una calidad superior,
una estética identificable, una mayor exclusividad, una distribución y
reconocimiento internacional y son utilizados por personas reconocidas como
líderes de opinión.
El mercado de lujo personal alcanzó unas ventas de 190.000
millones de euros a nivel mundial en 2011, según el informe de la Fondazione
Altagamma. Este mercado creció en los últimos ocho años a un ritmo medio anual
del 5%, a pesar de la caída sufrida en 2009 (-12%) como consecuencia del
impacto de la crisis financiera, y en los últimos años, 2010 y 2011, mostró
crecimientos del 10%-11%.
2011,
el año del turismo.
No
solo tenemos buenos datos en la venta del caviar o de cremas cosméticas muy
caras para la gente sibarita, sino que el turismo, uno de los grandes pilares
de la economía en España, ha dado una alegría. 2011 se ha convertido en el cuarto
mejor año de su historia, recibiendo 56,91 millones de turistas extranjeros.
Esta cifra supone un aumento del 8,1% con respecto a 2010, según datos del
ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Durante
todo 2011 los datos correspondientes a turistas extranjero ha ido demostrando
una gran fortaleza no vista en los dos ejercicios anteriores, en que la crisis
había provocado un gran hundimiento. Aunque el récord histórico de llegadas que
se alcanzó en 2007, con 58,6 millones de turistas, todo hace presagiar que 2011
no va a ser un caso aislado.
Pero
el dato más positivo es el aumento del gasto turístico, sobretodo porque es
extranjero. 2011 ha marcado un record histórico en el gasto que realizan los
visitantes extranjeros. Las estimaciones del Gobierno del gasto turístico total
rozará los 53.000 millones de euros, con un incremento del 8,1% en relación con
el ejercicio anterior. El gasto medio por turista se situará en 929,5 euros,
casi igualando el dato del año anterior, y el gasto medio diario alcanzará los
101,6 euros, un 4,1% más. Los datos del Banco de España muestran que entre
enero y octubre pasados la aportación del negocio turístico a la balanza de
pagos nacional se disparaba hasta los 27.919 millones de euros, un 14% más que
un año antes.
Alrededor
del 40% de las compras de artículos de gama lata son realizadas en España por
consumidores extranjeros. El turismo de calidad en las grandes ciudades, y
principalmente en Madrid, Marbella y Barcelona, ha promovido que las ventas
hayan crecido en el último año de manera espectacular y compensen la caída del
consumo interno. Por ejemplo, los turistas procedentes de Europa del Este,
llegan a gastar una media de 2.400 euros en compras. Los turistas chinos y
norteamericanos también ocupan un importante papel en las venta de productos de
lujo españoles, ya que estos bienes tiene un en sus países de hasta un 50% más
caro. Además, se estima que en 2015 China será el mercado más potente del
sector del lujo con 100 millones de consumidores de productos de alta gama que
se decantará por adquirir bienes y servicios españoles.
El sector turístico aporta un
10,2% del conjunto del producto interior bruto (PIB)
español, aún muy lejos de la cota del 11% que rebasaba entre 1997 y 2003 y
todavía por detrás de la aportación de
las rúbricas de comercio, transporte y hostelería (22%), Administraciones
Públicas (16,9%), industria (14,8%) e incluso de la construcción (10,9%).
Ikea, la excepción que confirma la regla.
El
mundo del lujo es el sector que mejor está superando la crisis, pero no es el
único. El mejor ejemplo es Ikea, la multinacional sueca que vende muebles a
bajo coste. En su último año fiscal, entre el 1 de septiembre de 2010 y el 31
de agosto de 2011, ha facturado 1.279 millones en España, lo que supone un
incremento del 2,2% en un contexto de crisis económica en el que sector del
mueble y la decoración acumula una caída del 40%.
Viendo
los buenos resultados, la compañía prevé invertir 2.500 millones de euros hasta
2020 en la apertura de catorce nuevos establecimientos, ocho de ellos en
centros comerciales. Con estos planes se pretender la creación de más de 18.000
puestos de trabajo, duplicar su red comercial en España, al pasar de los 13
establecimientos actuales a 27 puntos de venta y lograr que en 2029 tres de cada cuatro hogares
tengan una tienda a menos de una hora en coche.
España
se ha consolidado como el séptimo mercado de Ikea, con unas ventas que
representan el 5% de la facturación global de la multinacional. Esto puede
parecer un milagro, pero no lo es. Se debe a un buen planteamiento en tiempos
de grandes dificultades, como es, por ejemplo, el recorte de los precios, con
un media del 1,6% en su año fiscal 2011, con reducciones que en algunos
productos han llegado al 60%. Por eso en el último año las tiendas de Ikea en
España registraron un incremento de las visitas del 5,6%, hasta los 38 millones
de visitantes.
El desafío de la gente rica.
Desde
2008 la mayoría de los hogares en España se las están viendo muy mal para
llegar a fin de mes. Al principio de la crisis económica, el panorama que se
estaba reservando el destino no parecía tan desolador. Gracias a la buena
coyuntura de los años anteriores y, sobretodo, a los ahorros, el temporal se
podía capear. Ahora, después de tres años donde todos son malas noticias, donde
el índice de pobreza crece por semanas, donde el paro no hace más que otra cosa
que subir, mientras que los afiliados a la seguridad social bajan como la
espuma. Mientras tanto, los ricos desafían a la actualidad y al resto de la
población manteniendo un nivel de vida fuera del alcance de la inmensa mayoría
del ser humano.
Parece
una ironía, pero los datos ofrecidos en este artículo son un verdadero
esperpento. No se es malo por ser rico, ni gastar según sus posibilidades, pero
observar, por ejemplo, los datos de ventas de automóviles del año pasado en
España no deja de dar una imagen sombría del hombre, y menos mal que no se
llega a comparar con África, y la cantidad de miles de personas que se mueren
de hambre, mientras otros, a la vuelta de la esquina, se gastan en una loncha
de jamón la misma cantidad que valdría para alimentar durante un día a veinte personas.
Pero,
lo más llamativo, si se puede considerar así, no es que la crisis sea la
culpable de la gran brecha que separa los más ricos de los más pobres, sino que
ha sido el perfecto marco para representar dicha distancia, porque esta gran
diferencia se produce en los años de bonanza, donde cada uno miraba su bien
personal, se alegraba cada fin de mes cuando veía ingresado en el banco su paga
mensual, sin cuestionar que mercado laboral hay en España, o si el sistema
financiero es el más conveniente, o si el dinero público se está invirtiendo de
la mejor manera por los políticos, o si…
Como
dice el refrán, “uno se acuerda de Santa Bárbara cuando truena”. Ahora, que
vemos como toda una familia se queda en la calle, desamparada, porque el banco
le ha quitado la casa, o ellos mismos han caído presos en su propia trampa del
gasto y el endeudamiento, nos lamentamos. Que pregunten al vendedor de Rolls
Royce, que en 2001 ha visto incrementado la venta de coches de esta lujosa
marca en un 64% con respecto a 2010, si está situación es buena o mala, o mejor
dicho, si alguien le ha escuchado expresar algún quejido por la crisis.
La
definición del sistema capitalista se asemeja a la definición del sistema
democrático es decir, el menos malo. Pero una mala utilización, o lo que se ha
denominado, “capitalismo salvaje”, ha dejado patente que tiene grandes
carencias, haciendo de pagar sus graves errores a los de siempre, las clases
medias. Los mismo que hace unos años se comportaban como ricos, desafiando con
sus posturas de consumismo grotesco, sin mirar a los que se encontraban en una
situación de precariedad, ahora se ven envueltos en una situación de ruina, lamentable,
mientras que los ricos de verdad, siguen a lo suyo, haciendo lo que mejor
saben, gastando su dinero en lujos, desafiando de verdad a la crisis,
esquivando los golpes bajos de la economía a base de talonario. No creo que, en
el comportamiento, muchos de los que ahora se lamentan, haya sido tan diferente
con las personas que no se cortan un poco en demostrar sus gustos sibaritas.
Bibliografía
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