Desde el 2007, año en el que se empezó a notar los efectos de la crisis económica, el mercado de las telecomunicaciones en España ha cambiado radicalmente. Ya no existen sólo dos grandes operadores de telefonía (Movistar y Vodafone), sino que ahora hace falta más de una mano para poder contabilizarlos.
Esto ha provocado que los consumidores españoles miren más sus facturas y no les importe cambiarse de operador si éstos les ofrecen ahorrarse unos cuantos euros cada mes.
Por tanto, en los últimos cuatro años, los dos mayores operadores de telefonía en España han visto reducido sus clientes, (cerca de dos millones) en favor de Yoigo, Orange y la veintena de operadores móviles virtuales. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la moda de la portabilidad es algo muy reciente, ya que en los dos últimos años, las ofertas de Movistar y Vodafone se han ido quedado obsoletas ante las nuevas demandas de los usuarios.
Johanna Cevallos
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