Hace una semana el Banco Central Europeo prestó 489.200 millones de euros a 523 bancos, la mayor inyección de dinero que han proporcionado nunca. Dándoles liquidez se pretendía que comprasen deuda pública a los países europeos y prestasen dinero a empresas y familias para reactivar el consumo.
Sin embargo, este dinero no va a llegar a sus destinatarios, no lo emplearon para dar créditos a otras entidades o a la economía real, según los datos conocidos ayer los bancos devolvieron al BCE el 84% del préstamo recibido dos días después.
No confían en otras entidades y no pensaban prestárselo a nadie, solo se han quedado con los euros necesarios para pagar las deudas que ellos mismos han contraído y vencen en el 2012. Con esta acción han perdido dinero, pero se han cubierto las espaldas.
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